Me mosqueé bastante cuando te apoderaste de mi centro de planchado, eso de pasarte el día planchándote las camisas no iba con tu estilo primigenio, siempre me pareciste más bien del club de la greña y la legaña natural.
Me puse también muy triste cuando tus arrumacos de hombre miel se transformaron en largos silencios, tú contemplando fascinado la pantalla de mi Mac Pro con procesadores de xeon westwemere, y yo contemplándote a tí desde atrás mirando melancólica la curva de tu deltoides y recordando cuando aún bebíamos agua.
Pero lo que clama al cielo es que me hayas robado impunemente mi lector de ebooks. ¿Para qué narices lo quieres? He visto que te lo has pegado a esa barriguita tan adorable que tienes con esparadrapo, a modo de tableta de abdominales ¿no?, a lo mejor te piensas que va a producirse un trasvase cultural por osmosis barriga-ebook.
Esto raya ya la más absoluta desidia y desfachatez.
Te abandono. Ahí te quedas con mi lavadora ultrasónica de frigoríficos y mi máquina de coser.
Yo me largo con el del butano,como tiene que ser, hay que conservar las tradiciones.
Si por casualidad te das cuenta de que ya no estoy en la casa, no me mandes un email, mejor mándame un bote con tus babas, es posible que sea la única manera de redimirte.
Te quiere
Perlita Juliana
Como siempre nos das la mano para perdernos dentro del mundo de Alicia.
ResponderEliminarBueno, me voy que tengo que celebrar mi "no cumpleaños" y me van a regalar un book-e para ir a naufragar por un mar de papel.
Menos mal que el muchacho se llevó el ebook, que si se llega a atrever con el espasa tradicional ¡menudo embarazo!
ResponderEliminarUn placer pasar por aquí y hacernos sonreir un ratito.
Un beso
Bravo por Perlita!!!
ResponderEliminarQue se quede con todos sus cables y sus microchops!!! El butanero seguro que le da más gas.
Bss