10 jul 2010

Leodegario de mis amores



El otro día estuve en Lucerna. Bueno, el otro día no, hace ya una quincena, pero lo sigo llevando en mis entretelas y entresijos, junto a la faltriquera, como si de un bien preciado se tratrara. Claro que también estuve en otros sitios fermosos, en el Zaandijk por ejemplo, que es menos sencillito de pronunciar, allá donde los molinos holandeses se fueron a tomar vientos y donde casi yo lloro de emoción, y también en el Sacré Coeur, haciendo alpinismo por el Montmartre, mirando Eiffeles con desafíos despeinados,y también en,... ay, que me da el Alzheimer agudo.
En resumen, que entre tanta maravilla, estuve dudando si dejarme raptar por Estrasburgo o Lucerna, no es fácil, no creáis, el corazón se desboca en cualquiera de los todos esos lugares, pero en el maravilloso edificio del Consejo de Europa no tenían folletos en castellano y me sentí triste y abandonada, así que finalmente me lié la manta a la cabeza con el patrón de Lucerna, San Leodegario.
Regocijada por tan jocoso nombre, estuve paseando por puentes llenos de maderas pintadas con escenas de muertes y de batallas de otros siglos, flores increíbles de concebir con esos fondos de Alpes en días de bonanza, cisnes tan limpios como recien lavados para un anuncio de detergente y casas decoradas con letras góticas y dibujos, asomándose a lagos y ríos que les devuelven los mensajes en un chat de aire que huele a carretera de montaña.
San Leodegario me adoptó a modo de hija pródiga lucerniense, pero la realidad batalla por instalarse en lo cotidiano y aquí me encuento ahora en una torre de babel andaluza, intentando recordar esa paleta de lenguas que se resisten a mi pronunciación.
Un día volveré,
por St. Leodegar bendito.

5 comentarios:

  1. Qué fresquito y qué bonito se ve todo. No hay nada mejor para el cuerpo que quitarse de enmedio unos cuentos días de estas excentricidades de temperatura que tenemos que soportar cada año.
    Bienvenida a esta jungla.
    Un beso

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  2. Pero qué suerte la tuya!!!!! Esos viajes bien valen hasta una conversión religiosa, como te ha ocurrido a ti. Qué maravilla!!!!! Yo quiero ir a besar al santo!!!!!!

    Besos, corazón.

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  3. ¡Ese puente...! Me cogió en Lucerna el incendio que lo destruyó, veinticuatro horas después de haberlo paseado, sin prisas, al atardecer. No he vuelto, pero creo que la reconstrucción ha sido perfecta, a juzgar por tu entusiasmo.

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  4. Aruillo, las temperaturas son virtales, fruto de las noticias en la tele, no te dejes engañar.

    María Coca, mejor que beses a los suizos no santos, se convierte una mejor.

    Scila, creo que la reconstrucción ha sido excelente sí, aunque ha habido algunas pinturas de los tímpanos que jamás se recuperarán.
    No, si ya te veía yo pinta de haber estado en Lucerna.

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  5. "virtales" no, virtuales, que últimamente mi teclado se empeña en robarme letras, el muy facineroso.

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